miércoles, 18 de diciembre de 2013

¡¡Bailar, bailar, bailar!!

En la clase de hoy, hemos empezado a trabajar la danza desde un punto básico, para poder aplicar los movimientos realizados al aula con los niños y niñas.

Pasos básicos: Swing (balanceo).

Se denomina Swing, al estilo de baile con el que se acompaña a la música swing.
Este baile consiste en dos pasos muy sencillos: deslizamiento hacia la derecha y deslizamiento hacia la izquierda. Para complicarlo, a lo largo de la clase hemos ido incorporando variantes, como la introducción de silencios o el cambio de pesa a ambos lados del cuerpo.
Es un ejercicio en el que no se marca el cuarto paso. Lo fundamental es la alternancia de pies y un silencio. En ese silencio podemos introducir el paso que queramos (tacón, palmada, patada, grito, golpe en las piernas, levantar hombros, pitos, etc...). Podemos hacer el baile hacia los lados, con giros, cruzando piernas, hacia delante, hacia atrás, con pareja (método del volante), con música o sin música.
Las notas que bailamos son: negra, negra, negra, y silencio.
Cada vez que el profesor pide un cambio de movimiento para rellenar el silencio, lo mas habitual es que la gente (y más aún los niños pequeños) se pierda porque no es capaz de interiorizar el ritmo. Es como las personas al hablar, que cuando se distraen pierden el ritmo de la conversación.
Otra variación con este paso es introducir una vuelta (tanto a la izquierda como a la derecha) de modo que al volver a la posición inicial, no la hayamos perdido. La dificultad de este tipo de baile está en mantenerse mientras caminamos hacia atrás. Las vueltas sirven para desarrollar el equilibrio o detectar problemas sobre éste.
El swing se puede realizar en parejas, entendido como una transmisión de información de cuerpo a cuerpo, uno dirige a otro como si fuera un volante.
Una norma principal en este paso es no mirar al suelo y no perder el punto de visión, para así no perder el equilibrio en cualquiera de las variantes. Es muy importante seguir el ritmo de la música, porque es el que marca el ritmo y el paso de nuestro cuerpo.
Podemos añadir aún más dificultad, intentando girar bailando en pareja.
El objetivo oculto de esta actividad es llevar los pies dentro del ritmo, es decir, dentro de pulso. Cuanto más lenta es la canción, más complicado es seguir el ritmo y el pulso de ésta. Muchas veces, los problemas para llevar el ritmo no están en la psicomotricidad de la persona, sino en factores externos como la vergüenza o la falta de oído al escuchar el ritmo de las canciones.


Canciones para trabajar este baile:






Pasos básicos: Salsa.

Es el término usado a partir de los años 1970 para definir al género musical resultante de una síntesis de influencias musicales cubanas con otros elementos de música caribeña, música latinoamericana y jazz. La salsa fue desarrollada por músicos de origen latino (latinoamericano) en el Caribe hispano y la ciudad de Nueva York.
Se estructura en 2 compases de 4/4, con un total de 16 pulsos, formado por 8 pulsos principales y 8 pulsos contrarritmos. La célula rítmica más representativa se llama clave de son.
La salsa consta de 4 pasos, marcando los cuatro y haciendo repetición de pie.






Trabajamos el ritmo.
Sentados en las sillas en forma de círculo, hacemos sonidos con las palmas de las manos en las piernas. Es sencillo, y sin instrucciones, solo pequeñas pautas para iniciar o corregir la actividad, pero siempre sencillas, sobre todo para que los niños puedan realizar la actividad sin problemas.
Damos golpes en los muslos, intercalando manos y haciendo combinaciones. Una de las manos siempre marca el paso más fuerte.
Este tipo de ejercicios son estupendos para trabajar el ritmo, la lateralidad, la motricidad gruesa, la coordinación, la atención y la imitación.
Para trabajar con los más pequeños, unas buenas canciones para desarrollar el ritmo con las palmadas, tanto con pies y manos, son "El caballo Pichirilo" o "El caballo Trotón"con una sucesión de movimientos que los niños tienen que ir realizando.




Ejercicio vocales.
Eme, ama, eme, e mame.
Eme i, ma, me, mi.
Eme o, ma, me, mi, mo.
Eme u, ma, me, mi, mo, mu.

Ejercicio de puntera y talón.
A tres y a dos tiempos. Primero con las punteras y luego con el talón, movemos ambos pies. Hacemos combinaciones de ritmo en el que uno de los pies va más deprisa (al doble de velocidad) que el otro.

Ejercicio de respiración.
Respirar (dos respiraciones por la nariz),
a pleno pulmón (otras dos respiraciones por la nariz),
con la brisa marina que sube y que baja del fondo del mar (dos respiraciones por la nariz).

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